sábado, 30 de marzo de 2013

Illinois nevado

28 DE MARZO

Últimos momentos en Madrid. Me he despertado pronto. Elisa se ha ido. Me he duchado, me he despedido de Santi y he ido a desayunar al bar de abajo.

Al llegar al aeropuerto he pasado las típicas preguntas aduaneras sobre si voy a atentar contra los herederos de Washington y Lincoln, y he cambiado 500 €. Después he entrado en este incómodo 737-800 de American Airlines.



He tenido suerte de que me tocase junto a una chica muy maja de Alabama que venía de pasar 3 meses como au pair en un pueblo de Córdoba y hemos pasado medio viaje hablando. También me ha dejado escuchar música en su iPhone y cuando iba por la mitad del disco de The National me he dormido.

Me despierto y estamos volando sobre Islandia, de la que se ve desde el avión una orografía extraña nevada, con playas congeladas. Más tarde entramos a EEUU por el este de Canada, atravesando los Grandes Lagos. Esta es una foto de Illinois desde la ventanilla, también cubierto de nieve.



2 horas después hemos llegado a Dallas. He salido a la calle un segundo y la temperatura era de verano, he visto pasar a un señor con bañador y chanclas.


















Me he despedido de Sydney, mi compañera de viaje, que ha aceptado salir en el blog. Le he dicho que escuche Interpol, a mi me gustan, más que The National. ¡Buena suerte Sydney!

He montado en una lanzadera hacia la terminal donde está el avión que me llevará a Seattle. Un señor de aspecto ultra-republicano ha entablado conversación conmigo, criticando a Obama y la subida de impuestos

Entonces se ha callado. "¡Mira, está atardeciendo!" Por fin, después de 17 horas se ponía el sol en mi día.

Texas tiene la superficie más plana que he visto nunca. Parecía no tener final desde la lanzadera.

Preparativos

27 DE MARZO

Es terrible no pasar esta Semana Santa en España y perder la oportunidad de intentar ver Espartaco hasta el final mientras me crece un flotador de 10 kilos de torrijas, pero creo que podré soportarlo. Para compensarlo, antes de acostarme estuve viendo Pulp Fiction con Santi y con Elisa.



Cuando has visto esta película tantas veces ya no es, obviamente, como la primera vez que ves a Bruce Willis volver a casa jugándose la vida por recuperar el reloj de su padre, que se ha dejado María de Medeiros "encima del cangurito sobre la mesita", pero sigues alucinando con lo bien que está hecha, claro.

El día antes del viaje ha sido precipitado y lleno de tareas. Todo el rato organizando cosas. Los nervios se fueron apoderando de mi, especialmente al salir por fin del trabajo y dirigirme a casa a hacer la maleta. También pasé por una librería a comprar una guía de la Costa Oeste suficientemente pesada como para fastidiarme la espalda estas próximas semanas. Después he ido a una farmacia a por drogas contra el jet lag y un cepillo de dientes.

Ir a Estados Unidos de turismo no es lo más complicado del mundo, pero hay muchas cosas que hacer antes de emprender un viaje como este: comprar los billetes, tener el carné de conducir internacional y el pasaporte en regla, sacarse el documento de exención de visado, etc...

Al terminar la maleta he ido a cenar con Elisa al Coco Bar de Malasaña. Últimamente vamos mucho porque se puede comer y tomar copas barato. Allí se unió Santi y cotejamos la opción de salir de bares para ir de empalmada al aeropuerto. Me gustaba la idea de que salir hasta tarde fuese un gesto responsable por mi parte, ya que me ayudaría a minimizar el jet lag. Pero al final pasamos por casa a ver Pulp Fiction y el cansancio por los preparativos pudo conmigo.

Espero haber metido todo en la maleta y no tener que volver desde Seattle a por reloj de encima del cangurito.



martes, 26 de marzo de 2013

Aquí empieza todo














Este soy yo, el que sale cantando en la foto. Es el último concierto de mi grupo, hace sólo 3 días. La música es la razón por la cual he hecho muchas cosas en mi vida, quizás la mayor parte.

A la hora de planificar este viaje, he tomado muchas decisiones por esta razón.

Empiezo a contar ahora el recorrido que debería llevarme (nel mezzo del cammin di nostra vita), si todo va bien, hasta Estados Unidos. Iré desde Madrid, a través del océano Atlántico, a la costa oeste de Estados Unidos, un lugar donde siempre había querido ir. Visitaré los estados de Washington, Oregon y California, a través de las ciudades de Seattle, Olympia, Portland, San Francisco y Los Angeles.

Entre el 28 de marzo y el 16 de abril iré al extremo occidente para asistir a conciertos, visitar Google y Standford, conducir hacia las montañas Rocosas y pasear por Hollywood. Intentaré contar aquí todo lo que pueda, al menos lo interesante.

Comienza el viaje