miércoles, 24 de abril de 2013

Panchita's


Era ya jueves, y tan solo este día y el viernes estaría en San Francisco. Sábado y domingo en Los Ángeles. El lunes tendría que volver a España.

La conciencia de que me quedaban pocas horas de viaje me recordó que tenía que aprovechar el tiempo.


Dentro del programa del Study Trip, a primera hora recibimos la visita de Invoost. Esta gente ha creado un juego que te permite invertir en bolsa de forma ficticia.


Después hicimos la presentación de los resultados de las aventuras emprendedoras del día anterior.


Comimos pronto e hicimos una nueva visita al Blue Bottle Coffee.


Hacia las 14h me separé del grupo. Tenía muchas cosas que ver, así que cogí el autobús que me llevó de la zona de negocios hasta el barrio de Mission.


Paré hacia la calle 24 y paseé hacia la Misión que da nombre al barrio.


Por el camino encontré este coche decorado para el Festival Coachella, que empezaba al día siguiente en Los Angeles.


El festival hace un concurso para la gente que comparte coche. El que llegue con el coche mejor decorado se lleva el premio o algo así.


Primera parada: la Misión de San Gabriel, primer asentamiento occidental, origen de la ciudad de San Francisco. Puede pasear por allí a solas.


Me gustaron mucho los techos de la iglesia y la paz que se respiraba dentro.


Como me dijo la persona que estaba ese día a cargo, este es un lugar muy especial para los locales, en el que parece que no estás dentro de la ciudad.


Después seguí mi camino hacia Castro, barrio gay.


Mucho más limpio, tranquilo y espacioso que Chueca, el barrio gay de Madrid. Todo era soleado e idílico a mi alrededor.


En el cine había un ciclo de películas de Almodovar.


Seguí mi paseo por esta zona tan agradable de San Francisco subiendo por la colina de Twin Peaks.

Twin Peaks
De todas maneras, tuve que interrumpir mi paseo para coger el tren de cercanías.


Me acerqué rápidamente a Berkeley, donde había una feria de emprendedores a la que tenía que ir.


De camino me sorprendió que aquí la forma civilizada en la que la gente se coloca para entrar por cada puerta, antes de que llegue el tren.



De la feria de emprendedores me llamó la atención como los jóvenes que estaban allí mostrando sus soluciones al público tenían una edad media de 20 años.


Con esa edad ya habían creado su empresa, desarrollado sus productos y se arrepentían de no haber empezado en el instituto. Igualito que en España, donde la edad media para emprender supera con creces la treintena.


Por la noche volví al barrio de Mission, donde había quedado con Alex. Cené en La Taquería, fast food mexicano local, y después salimos por los bares de la calle Valencia.


Estuvimos en unos cuantos sitios geniales para salir por aquí. Revolution Café, Amnesia, Elbo, Make-out Room...


Después nos unimos con sus compañeros del master y acabamos en el Edinburgh Castle, de vuelta en el centro, lo que al día siguiente me valió una resaca considerable.

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