lunes, 1 de abril de 2013

Underneath the bridge



Me pongo a escribir dos días después de la última vez, y tres después de la última publicación, porque me ha sido imposible encontrar otro momento.

El segundo día en Seattle tenía planeado ir a Fremont, barrio a unos 20 minutos en autobús del centro de Seattle, sede de la gentrificación local y lugar interesante para pasear.


Lo primero que visité, gracias al mapa que me prestaron en el Hotel Hotel, único albergue en este barrio, con muy buena pinta, fue el Troll. Esta enorme estatua se encuentra bajo uno de los mayores puentes de la ciudad, que atraviesa el famoso lago, conocido por albergar en la otra orilla la casa donde se suicidó Kurt Cobain. De Nirvana también es la canción Something in the way que comienza con la frase "Underneath the bridge". Por lo visto el líder de Nirvana pasó algún tiempo viviendo debajo de un puente al fugarse de la casa familiar con 16 años, o al menos eso me dijeron cuando yo tenía esa edad.



Más tarde continué la visita por la zona, pasando por una polémica estatua de Lenin que también alberga el barrio, y un cohete de la segunda guerra mundial.

Fue entonces cuando me crucé con Natalia, mi fugaz compañera de viaje chilena, que también andaba de visita por la zona. Fuimos juntos a la fábrica de chocolate Théo, y compramos alguna cosa, y justo después al Gas Works Park, un parque a las afueras de la ciudad alrededor de una fabrica que me recordó a Winter Gardens en Glasgow, Escocia. Hacía un sol casi desconocido en una ciudad lluviosa (o no tanto, porque los locales se empeñan en recordar que el ratio de lluvias no es superior al del resto del país) como Seattle. El ambiente en el parque frente al lago era pacífico, casi idílico.


Gas Works Park, Fremont, Seattle
Vista desde Gas Works Park, Fremont, Seattle
Después del parque fuimos a tomar una cerveza a una pequeña fábrica de cerveza artesanal junto al mismo. Era pronto por la mañana, pero daba igual. Por lo visto tanto Natalia como yo somos igual de entusiastas de la cerveza, artesanal o no, así que valía la pena. Nos tomamos unas amber ales muy ricas.


Fremont Brewing
Hacer amigos de viaje es como echarse un psicólogo gratuito y pasajero (nunca mejor dicho), a veces encuentras gente que podrían ser tus mejores amigos si les hubieses conocido en tu ciudad, pero te queda la extraña sensación de, la mayor parte de las veces, no volver a verlos.

Después de esto comimos algo en Pie, una tienda con pasteles de carne y derivados, para empezar con las compras por allí. Entramos en una tienda vintage en la que estaba sonando Unknown Mortal Orchestra y en ese momento perdí a Natalia, al entrar a un probador. Seguí la visita y compré alguna cosa más. Una hora después, ya eran las 4 de la tarde, volvía al centro de Seattle.

El recopilatorio que estaban escuchando en la tienda vintage de Fremont

Tienda de guitarras artesanales de Fremont

Tienda de guitarras artesanales de Fremont

Tienda vintage de Fremont
Pasé por el hostal e hice una visita fugaz a Capitol Hill, barrio más cercano al centro, en una colina. Allí pasé junto al cementerio donde están enterrados Bruce Lee junto con su hijo, junto con los pioneros de la ciudad y la esposa del gran jefe indio al que da nombre la ciudad, Chief Seath. También hice esta foto del Black Hole, en Volunteers Park, antes de bajar de nuevo al centro, con las prisas de no llegar tarde al concierto de Mudhoney.

Dicen que la canción Black Hole Sun de Soundgarden está inspirada en esta estatua, pero no es verdad. De todas formas ¿qué más da que algo sea verdad o no para utilizarlo como reclamo turístico? Lo que sí está inspirado en otra estatua de otro parque de Seattle es el propio nombre del grupo.
Eran ya las 18h. Cené en el céntrico restaurante japonés Nijo, que estaba a esa hora todavía de Happy Hour, con lo cual fue igualmente rico y barato. Seattle es la ciudad de las Happy Hours, de hecho ellos hablan del concepto de Sad Hour, que son las pocas horas en las que no se aplican los descuentos. Comí un sushi recomendación del chef.



Cogí un taxi dirección a Neumos, donde tendría lugar el concierto de Mudhoney con sus dos teloneros.


Unnatural Helpers estuvieron potentes y molones. Universe People tenían alguna canción buena, pero eran bastante más amateurs. Mark Arm se paseaba entre el público tranquilamente y la escena me recordaba a cuando te encuentras con Fran Nixon antes de un concierto en Madrid.


El concierto de Mudhoney fue muy potente, el nuevo disco parece ser muy bueno y después de presentar sus canciones volvieron a hacer los bises de las canciones míticas empezando a lo grande con "Touch me, I'm Sick".


En ese momento los pogos me habían alejado bastante de la privilegiada segunda fila en la que empecé a verlo. Así que cuando la gente (ya bastantes cuarentones y cincuentones, seguramente con mucho que contar sobre la época del grunge) empezó a saltar desde el escenario y a ser manteada, me encontraba a una distancia prudencial.





La mezcla de punk, sidra y cervezas varias me hizo abandonar la sala en una nube. Pedí un abundante perrito y volví andando tranquilamente al hostal.

El concepto recena es algo en lo que también nos sacan muchos años en Estados Unidos, los puestos ambulantes que pueblan las zonas de bares son variados y dejan a la altura del betún a los establecimientos que poco a poco aparecen en Madrid. Al fin y al cabo tienen una palabra para definirlo ("supper") muy anterior a la nuestra.




1 comentario:

  1. Al fin llegué a tu blog! Me gustan las felices coincidencias, las casualidades. Me alegra mucho que Seattle haya cumplido todas tus expectativas. Ojalá que el resto de tu viaje siga igual! A ver si nos volvemos a pillar en San Fran! :)

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