Santi, oviedista radical, me había contado que existe una cierta similaridad entre la enemistad que enfrenta a Seattle y Portland y la que existe entre Gijón y Oviedo.
Imagen tomada de twitter |
Por la mañana tardé todavía más en levantarme que el día anterior, hasta las 11h o así no estuve preparado, y tengo la sensación de que en algún momento tendré que tomarme el día libre. De todas formas tocaba escalada hasta Rose Gardens y Japanese Gardens, así que no iba a ser precisamente hoy.
Típico supermercado con productos ecológicos de Portland |
Calle 23 desde uno de sus extremos, donde me gasté la pasta. |
Antes de subir a Rose Gardens subí por otro lado de la colina, la de Vista Avenue (las dos cosas seguidas casi acaban conmigo) para tener una vista completa de la ciudad. La zona es bastante ostentosa, como se puede ver.
Rose Gardens está rodeado de parques de coníferas. La rosa es el emblema de Portland, por lo cual en esta zona cultivan todo tipo de rosas que florecen más adelante en el año. A estas alturas no estaban en flor, pero sí los cerezos.
El jardín japonés merece una visita, sobre todo si te gusta hacer fotos.
Allí me encontré a algunas parejas haciendo todo tipo de fotos, estos eran los más originales, y les dije que si querían salir en el blog y aceptaron.
Hay mucha diferencia en la actitud de alguna gente con otra frente a la cámara. En España te suelen preguntar para qué es la foto, preocupados de que les vaya a ver la gente. En Estados Unidos parece que hacen la misma pregunta con la esperanza de que lo vea mucha gente.
Tardé mucho tiempo en hacer todo este paseo, y después de esto acabé volviendo pronto al hostal. De todas formas volví a la calle 23 al anochecer para cenar en "Papa Haydn". Está muy bien.
Volví a casa para prepararlo todo. Tenía que levantarme a las 5 a.m. para coger un avión a San Francisco. Adiós Portland. Me he quedado con ganas de ver muchas más cosas, me da la sensación de que para disfrutarla realmente debería vivir aquí.
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