Portlandia

Me costó mucho levantarme el lunes por la mañana en Portland. El cansancio se acumulaba.

Pero tenía que levantarme, por fin estaba en Portland, la ciudad de los Shins, Dandy Warhols, Stephen Malkmus o Elliot Smith. Es una ciudad genial. Desayuné el típico desayuno de albergue y me puse en marcha con calma, porque los cambios de temperatura me habían hecho coger frío. Me acerqué al centro tranquilamente.

Entré en esta tienda de guitarras, tenían más pedales que en ninguna otra que haya visto.

También pasé por una tienda de tatuajes. Es una moda bastante fuerte aquí, en su vertiente actual, en la línea de Sailor and Jerry y etcs... Al fin y al cabo se trata de la ciudad donde comenzó sus andaduras la empresa erótica Suicide Girls, y por sus calles se ven muchas chicas punks palidas, de pelo negro o colores fluor, y tatuadas. La moda entre las chicas suele oscilar entre este estilo punk y otro más twee.

 Después estuve en una tienda vintage para chonis o algo así. Un sitio raro.

Edificio emblemático de la ciudad

Entonces llegué a Powells. Powells es un lugar de paso obligatorio en la ciudad, se trata de la librería más grande de Estados Unidos.

Después me dirigí al Museo de Historia local. Me apetecía aprender un poco sobre Oregón, es  un lugar del que realmente no sabía nada. La parte del museo que más sorprendió, casualmente, fue la dedicada al presente. Es interesante ver el nivel de autocrítica de los ciudadanos de Portland, y su voluntad real de incorporar a las minorías. Hablando con los conservadores del museo, me dijeron que se debía a su rechazo hacia capítulos de su pasado como la desaparición de los indígenas y la discriminación racial. En esto y en otras cosas se trata de una ciudad bastante cosmopolita.

Más tarde atravesé el río Willamette para acudir al museo científico, que estuvo bastante entretenido.

La orilla este del Willamette

Arqueólogo analizando huesos de dinosaurio en el museo

Aprovechando la happy-hour, a la vuelta subí a la torre US Bancorp, desde cuyo grill-cafetería se puede ver toda la ciudad tomando una cerveza.

Y continuando con las cervezas, cené en Deschutes Brewery. Portland es una ciudad donde se come bien, los ingredientes ecológicos y artesanales son algo habitual, y las fábricas artesanas de cervezas tienen restaurantes recomendables, especialmente por la zona noroeste.